Todo esto no es más que un "simulacro" de enemigos ante la inminente llegada de la destrucción de Batman por parte de Bane, pero las preguntas candentes (segundo capítulo) son molestas cuando uno no para de preguntar...me refiero a el Acertijo, el cual se encuentra inmerso en estado de conflicto cuando unos mafiosos quieren cobrarse su alma y no tiene otra cosa que poder coger una oportunidad en la televisión. Él cree que si hace creer a los ciudadanos de Gotham que es uno de sus protectores, le aceptarian tal y como es...pero el tema no sale como el espera y decide exponerse a dinamita en un plató de televisión.
Aparece ese jóven petirrojo que "admirais tanto los fans" llamado Robin y acto seguido detiene el detonador junto a los agentes de la policía.
Los realmente peligrosos están el calle, ahí fuera, el espantapájaros, frío, Joker y...¿Cómo podrá aguantar esto el guardían de Gotham, si ni siquiera puede mantenerse en pie?¿Qué se interpondrá ante Batman y Bane?
¡Muérete de risa! (tercer capítulo) pues Batman está triturado y chamuscado, quizá con unas costillas rotas, sus fuerzas mermadas...nunca se había sentido tan débil, tan vil. Pero aún no está muerto, y los buitres de la prensa pueden alimentarse de otro cadaver más frío. En esta trama reaparecen dos villanos; uno más entusiasmado que el otro, y tienen dos grandes diferencias:
El espantapájaros quiere deshacerse de la muchedumbre de Gotham, mientras que Joker quiere hacerlos reir y torturar a un solo hombre. Pero esta historia se amplía en tonalidad negra, cuando Crane desprende ese gas que tanto despreciamos en los ojos del murciélago...las visiones de Jason muriendo a manos de un despreciable y astuto payaso, son más horribles con el paso de las imágenes en su cabeza, pero sabe que no es real, Jason ya está muerto, tiene que combatir las visiones de ese chico bueno de corazón, más valiente que un hombre, fue tan valiente que no llegó a ser un hombre. Era sólo un niño. Sus padres brutalmente asesinados, su propia vida segada y destrozada por el mundo que protegía, sólo un niño que no volvería a respirar. A hablar o a moverse nunca...sólo un niño, pero lo bastante valiente para encarar la locura, la escabrosa locura de un asesino sonriente. Sólo un niño...muerto. ¡Pero para su asesino no es más que un chiste enfermizo...sólo un niño que se ha ido para siempre. El Joker reiría en ese momento. Puede que ría hasta morir...
No hay descanso para los malvados (cuarto capítulo) luego de haber rescatado al alcalde de las garras del Joker, sufre de nuevo un encuentro con un loco enfermo, Scarface y Batman ya no puede más, cuando de vuelta a la mansión se encuentra con la fatídica situación de Bane en la sala de estar, esperando...
Un Saludo,
BatBoy